Para que les cuento la cantidad y variedad de comida que se degustaba en la fiesta,
o de la cantidad de pasteles y postres compitiendo por el primer lugar,
lo mejor de todo era que después que terminaba el concurso,
los dulces y pasteles se lo daban a los niños y comíamos hasta explotar de felicidad.
los extranjeros nos daban monedas por cada musaraña que hacíamos,
reían por todo,
nosotros tomábamos el dinero, antes de que se arrepintieran de habérnoslo dado,
ellos miraban con cara de sorpresa y seguían repartiendo monedas a otros chicos que se acercaban a pedir, también.
By Pink