Mary's blog: "Fashion"

Cuando Rochel Leah Katz,vestidos para bodas,vestido novia, asumió el cargo sería temporal.

Katz no tenía educación formal en la moda, y mucho menos de la moda nupcial. Pero en su muy unida, la comunidad judía ortodoxa de Brooklyn, que había sido siempre conocido por sus amigos como "esa persona" para tomar junto a tiendas de telas y citas modista y amigos.

En 1999, los propietarios actuales de Kleinfeld, Mara Urshel y Ronnie Rothstein, compró la tienda entonces luchando y un inversor y amigo común sugirieron que traen en Katz para trabajar con las novias religiosas. No sólo ella tiene una habilidad especial para el estilo de novia, ella también entiende cómo incorporar las normas de modestia en la boda parece.

Una década y media después, Katz sigue siendo hasta los codos en la novia consultas modestos. Ella trabaja con cientos de novias cada año para encontrar los vestidos de boda del diseñador y luego guiarlos a través del proceso de alterar los vestidos para que se adhieran a las directrices religiosas.


Katz es amable y de voz suave, y pasar una tarde hurgando en vestidos con ella en Kleinfeld siente como visitar a su tía favorita. Pero la actitud tranquila de Katz desmiente su experiencia: ella sabe más que casi cualquier otra persona cuando se trata de bullicio, encajes tendencias nupciales, y tocados
.
"Sólo algunos diseñadores se considere hacer el vestido con las modificaciones que las novias modestos necesitan. La mayoría de los diseñadores como para producir en masa", explica Katz, sentado en su oficina, sus paredes cubiertas de fotos de la boda y tarjetas de agradecimiento. "Compromisos judíos son también más corto que un montón de otros clientes", por lo que algunos diseñadores ni siquiera pensar en hacer el trabajo urgente ".

Katz sólo trabaja con las marcas que permiten alteraciones drásticas, como Edgardo Bonilla, Judd Waddell, Augusta Jones Tony Ward, y Rivini. Ella dice que le tomó un tiempo para conseguir estos nombres a bordo, después de todo, lo que el diseñador quiere modificar significativamente su trabajo, y en un corto plazo de tiempo? Pero se las arregló para llegar a un sistema en el que la muestra vestidos con mangas agregados se almacenan en la tienda. Las novias pueden entonces hacer cambios adicionales en sus vestidos en las sesiones de montaje.

Una vez una novia compra un vestido-las marcas con las que trabaja la oferta vestidos en los $ 4.000 a $ 7.000 gama-Katz facilita una muselina apropiado, donde un instalador Kleinfeld se burla de las modificaciones antes de que sea enviado a la diseñadora de producción. Una vez que el vestido está hecho y enviado de vuelta a Kleinfeld, Katz supervisa otra instalación donde el equipo Kleinfeld hace poco más ajustes.


Durante sus dos décadas en Kleinfeld, Katz ha trabajado con mujeres de una amplia gama de fondos. Ella aprendió el conjunto diferente de reglas de modestia que vienen junto con cada uno, pero Katz dice que la mayoría de sus clientes son judíos ortodoxos. Esto es, por supuesto, un territorio familiar para ella. Ella puede conversar con las novias en Inglés, hebreo y yiddish, y entiende las directrices de tzniut o la modestia de acuerdo a las costumbres judías, que se traduce a las mujeres que cubren sus codos, las rodillas y los huesos del cuello y que no lleven nada demasiado ceñido de alguna tradiciones.

"Los cambios personalizados que estamos haciendo son mangas largas, escotes altos y forro completo", dice Katz. "Pero también hacemos mangas cortas, semi-transparente, y todo lo demás".

Ella trabaja extensamente con población jasídica de Nueva York, las mujeres de Brooklyn Williamsburg barrio y pueblos como Monroe. Si bien estas novias adhieren leyes modestia a extremadamente estrictas, Katz dice que sus clientes son "moda-comprensión" y buscan estilos "elegante, de alta costura". Algunas costumbres jasídicos requieren novias de llevar velos especiales que ocultan por completo el rostro, y otras tradiciones requerir novias tener sombreros personalizados cubren su cabello después de la ceremonia religiosa. Katz trabaja como consultor en estas áreas también: Kleinfeld crea velos especiales, gruesas bajo sus auspicios, y Katz trabaja directamente con un fabricante de sombreros de Brooklyn para asegurarse de que las miradas de novia completos están completas
.
Cuando el 49-años de edad, madre de seis hijos, no está consultando a las novias a Kleinfeld, enseña la filosofía judía en una escuela secundaria ortodoxa local. Katz dice que a menudo habla de los mismos temas en ambos puestos de trabajo, hablando con sus dos estudiantes y sus clientes acerca de "la autoestima, las relaciones, la auto-conciencia, y otros temas que se tocan en lo que significa ser un adulto sano."

Katz también trabaja ocasionalmente con novias mormones, la mayoría de los cuales vuelan desde Salt Lake City. Estas mujeres vienen con un conjunto diferente de reglas Katz tuvo que aprender.

"Los mormones tienen una ropa interior especial que llevan desde el momento en que están comprometidos", dice ella. "Es como una camiseta o camiseta y puede cubrir el cuerpo, dependiendo del nivel de la religión de la novia. A veces es una camisa llena boatneck, a veces es un manga del casquillo, ya veces es un cuarto de la manga. Esa prenda debe ser siempre cubiertos, por lo que las novias vienen aquí porque necesitan un vestido que le permitirá modificaciones para cubrir esa prenda ".

Ella agrega que las congregaciones mormonas también pueden ser estrictos sobre el color. "Algunos templos insisten en blanco", continúa. "Algunos no permiten ninguna plata, lo que significa que hay marfil y sin abalorios. Otras veces, las novias van a comprar un vestido para el templo y luego recibirá un vestido separada que realmente aman de Kleinfeld para la recepción."

Debido a que está hecho a la medida de cada vestido, novias modestos no pueden ver exactamente cómo un vestido va a salir hasta que su ya adquiridos y producidos. Este sistema es, como Katz dice, "muy estresante".

"Nueve de cada diez veces, ellos son realmente emocionado! Al igual, el vestido ni siquiera ha salido de la bolsa y que están encantados", dice ella. "Tenemos clientes que están pidiendo cambios una vez que vean el vestido, pero Kleinfeld podemos hacer milagros".

Estos milagros ocurren en el taller del sótano de Kleinfeld, donde decenas de costureras hacen grano adicional y encaje en los vestidos. Muchos de los vestidos de los clientes de Katz hacer una parada aquí para correcciones de última hora.

En un momento dado, puede estar trabajando con varias novias de la misma comunidad, y porque ella está limitada a los diseñadores que realmente hacen modificaciones, Katz debe informar a los clientes que es la que compra el vestido.

"A veces no les importa ya veces van a ir a otro lugar", dice ella. "Prefiero perder una venta que no sea honesto con los clientes acerca de que en su comunidad se va a llevar el mismo vestido. Yo podría terminar con un cliente que dice:" Yo no estoy gastando $ 7,000 dólares en un vestido que Alguien que lleva un mes antes que yo ', y entonces usted haber gente que dice,' Me encanta este vestido, ¿cómo podemos cambiarlo por lo que va a ser único para mí? 'Tienes que honesto cuando se trabaja con un cierre comunidad ".

Es sorprendente que una tienda como Kleinfeld -que se jacta de que "lleva la mayor selección de vestidos de novia de alta costura, de exclusivas de diseño, además de tamaño vestidos de novia, tocados, y accesorios" -Tiene esas opciones limitadas para novias modestos. Pero Katz explica que a pesar de la reciente abrazo de la moda modesta, la comunidad de novia aún no está listo para dejar de lado la piel.

"La gente como la piel que muestra. Les gusta atractivo, y eso es todo", se encoge de hombros. "Cuando Kate Middleton se casó y tuvo las mangas de su vestido, cada diseñador pensó que esto iba a ser la nueva cosa. Ellos todos los diseños realizados con mangas transparentes similares, pensando que sería un éxito. Bueno, la mayoría de ellos tenían que volver porque los vestidos no podían vender. Ahora todavía hay diseñadores que están tratando de hacer mangas transparentes, pero eso no quiere decir que están dispuestos a modificar un vestido ".

Katz admite que, como se puede imaginar, trabajando con las novias no siempre es fácil. Sin embargo, ella cree que vale la pena: "Creo que hay diferentes maneras de dar, y cuando me puedo dar una Kleinfeld experiencia no hay nada como ella, me siento como si fuera mi forma de contribuir Sé que suena cliché, pero eso es. la verdad ".