Daniel, madrugaba todos los días, ordeñaba las vacas, traía los huevos, cortaba la leña, sacaba las ovejas a pastar, cepillaba los sementales en el establo, alimentaba a los perros, ocho labradores dos negros, un blanco, tres rubios, cuatro eran machos y cuatro eran hembras.
Ejecutaba todas sus labores con gran entusiasmo, y atención, pues él solo pensaba en desocuparse para el medio día, para salir conmigo a cabalgar y a jugar, mi abuela decía que si hacia bien sus deberes y los terminaba temprano el resto de la tarde la tendría libre, y eso es precisamente lo que hacía Daniel.
By Pink